martes, 18 de junio de 2013

Sonrisas y Lágrimas, Madrid 2013

"One of my favourite things"



Después de toda una temporada en Madrid, “Sonrisas y lágrimas” llegaba a su fin el pasado día 2 de junio y no podía desaprovechar la oportunidad de disfrutar de uno de mis musicales favoritos de todos los tiempos.

No era la primera vez que lo veía sobre el escenario, ya en 2007 vi el montaje del West End, que me pareció absolutamente maravilloso. Hay algunas diferencias entre ambos, el londinense era completamente fiel a la película, sin embargo este lo es al montaje original de Broadway.
Ambos me han gustado, pero debo decir que en Madrid no pude evitar echar de menos el “I have confidence” y personalmente me decanto por la versión del West End dada mi devoción por la película. A pesar de esto considero que el montaje español también está a la altura de lo que se espera.

Empezando por la protagonista, Silvia Luchetti, una María sensacional. Está enorme y cada vez que aparece en escena se come el escenario. ¿Qué les dan a los argentinos para ser tan buenos en esto? 

En el papel del capitán Von Trapp, me quedé con las ganas de ver a Carlos Hipólito, en su lugar estaba Joan Crosas, también un actor de gran nivel.
Una parte importante para que esta obra funcione es que los niños den la talla y en esta producción creo que ha sido un reto conseguido. Los números en los que participan todos son algunos de los mejores de la función, especialmente me gustó “Do Re Mi”.
Querría destacar a Yolanda García (Liesl), estupenda en “Sixteen going on seventeen” junto a Christian Escuredo (Rolf) un número difícil ya que el baile adquiere gran importancia. Por su parte María Osuna (Brigitta) que se acapara bastante protagonismo. Y por supuesto, Jaime Vinagrero (Kurt) e Inés Puelles (Gretl) que me parecieron adorables. 

Y por supuesto, Amparo Saizar que interpreta con gran elegancia a la Baronesa y Jorge Lucas (Max) y Trinidad Iglesias (Frau Schmidt) que aportan algunos de los momentos más divertidos.

Mención aparte merece Noemí Mazoy (Madre Abadesa), una voz privilegiada que desde luego borda su solo “Sube montañas” y deja al público boquiabierto consiguiendo, al menos en mi caso, emocionar con esta canción.



Entre lo que más me gustó del espectáculo también se encuentra el vestuario, obra de Gabriela Salaverri, que me pareció espectacular, sobretodo el de la escena de la fiesta. También la escenografía estaba muy conseguida, su diseñador Ricardo Sánchez Cuerda consigue buenos resultados de manera sencilla pero eficaz y evocadora.
 
En general, me parece que Jaime Azpilicueta ha logrado un buen resultado con esta versión de "Sonrisas y Lágrimas". 

Es un espectáculo perfecto para asistir con toda la familia, y por supuesto una buena ocasión para volver a escuchar la maravillosa partitura del genio Rodgers.


Si os habéis quedado sin verlo en Madrid, tendréis nuevamente la oportunidad a partir de septiembre en Logroño y Barcelona.


Alicia Moreno Saldaña

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